En enero de 2004 tuve la oportunidad de ir a Argentina. Entre otros lugares estuve en Ushuaia, de donde recuerdo la siguiente anécdota.
Un par de chicas de Tandil se estaban quejando amargamente de lo caro que son las cosas en la Patagonia. "Imaginate, un cafe en Buenos Aires cuesta 1 peso (argentino) y en Calafate costaba 3 pesos. Eso es casi un dólar. Es un robo." Me quede pensando "no quisiera ver sus caras cuando sepan que el café que pido en la oficina cuesta 1.50 dólares"....
En ese momento se integró un chico holandes que estaba aprendiendo el español y ya tenía varios días viajando por Argentina. Las chicas le preguntaron sobre lo que habia pagado en lugares como Calafate. Al darles números, las chicas le comentaron que eso era ridículamente caro (en mi opinión no lo era tanto). El joven holandes se encogió de hombros y solo acerto a decir "Soy turisto".
Un par de chicas de Tandil se estaban quejando amargamente de lo caro que son las cosas en la Patagonia. "Imaginate, un cafe en Buenos Aires cuesta 1 peso (argentino) y en Calafate costaba 3 pesos. Eso es casi un dólar. Es un robo." Me quede pensando "no quisiera ver sus caras cuando sepan que el café que pido en la oficina cuesta 1.50 dólares"....
En ese momento se integró un chico holandes que estaba aprendiendo el español y ya tenía varios días viajando por Argentina. Las chicas le preguntaron sobre lo que habia pagado en lugares como Calafate. Al darles números, las chicas le comentaron que eso era ridículamente caro (en mi opinión no lo era tanto). El joven holandes se encogió de hombros y solo acerto a decir "Soy turisto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario